Biografia
Creció en el barrio Tacubaya. Alcanzó a terminar sus estudios de primaria, mas no pudo continuar debido a la muerte de su madre adoptiva, situación que lo obligó a trabajar para conseguir el sustento. Se desempeñó en diversos oficios: panadero, carnicero, carpintero, cargador de mercados, lavador de autos… incluso se llegó a disfrazar de payaso en los circos. En sus ratos libres gozaba practicando el boxeo, durando 6 años en la categoría amateur.
A los 18 años, ya sintiendo inclinación por la música, ganaba concursos de canto en las carpas de barrio, como la del Teatro Salón Obrero y la del Salón Escandón, interpretando tangos bajo el seudónimo de Javier Luquín. En uno de éstos concursos, donde de premio se llevaba el ganador un par de zapatos, fue declarado fuera de concurso gracias a su talento. Tomó clases de canto con el maestro Noé Quintero.
Fue muy tímido, sobretodo con las mujeres, precisamente por su origen humilde que siempre quiso ocultar. Sin embargo tuvo 5 matrimonios, de cuyas uniones quedaron nueve hijos. Se casó por primera vez a los 20 años.
En el año de 1953 vivió en Atlixco, Puebla y era el cantante del Mariachi Metepec. Años después cuando ya Javier Solis era todo un artista consumado, el hotel principal de la ciudad tuvo durante muchos años la costumbre de poner todo el día sus canciones.
A mediados de 1955 conoció a Julio Rodríguez, integrante de Los Panchos, el cual lo recomendó para una audición con la compañía Columbia, en donde cambió su sobrenombre a Javier Solis. Felipe Valdés Leal, director artístico de la compañía aprobó su audición. Grabó su primer sencillo a finales de este año, incluyendo canciones como “Por qué negar” y “Qué te importa”, el cual le mereció su primer disco de platino el 5 de septiembre de 1957.
El músico Felipe Valdés Leal siempre creyó en él. Una tarde de 1958 cuándo Javier Solis grababa “Llorarás, llorarás” bajo la influencia del estilo de Infante, Valdés Leal logró hacer surgir el estilo propio y la voz auténtica de Solis a base de consejos. Este disco, “Llorarás, llorarás” hizo que se consolidara como el máximo exponente del bolero ranchero no solo en México, sino en Estados Unidos, Centro y Suramérica, y un año después en España.
Su voz de gran hermosura, permitía lograr la media voz, que consiste en alcanzar altas tonalidades y posteriormente descolgarse a tonos bajos sin desafinar. Posee un cancionero completo de melodías agradables al oído en su totalidad, en conjunto una gran obra de arte. Además de su excelente voz, poseía una memoria prodigiosa ya que se aprendía las letras de las canciones con solo la primera vez que las escuchaba.
En febrero de 1960 realiza su primera película: El Norteño, luego de la cual vendrían 33 películas más, alternando con artistas de la talla de María Victoria, Lola Beltrán y Luis Aguilar. No alcanzó a consagrarse en el campo histriónico, pero se ganó elogiosos comentarios de algunos cineastas y de críticos especializados por sus facultades naturales y por su naturalidad.
En 1960 conoce a quien fuese su última esposa, Blanca Estela Saenz, de la cual tuvo dos hijos: Gabriel y Gabriela. Debido a que siempre se avergonzó de su pasado, cuando comenzó a enamorar a Blanca Estela, quien contaba con 17 años en ese entonces, se inventó que era indígena de la tribu Yaki y se tenían que casar según el ritual de dicha tribu: uniendo sus respectivas sangres, a lo cual Blanca Estela no puso reparo.
El 8 de febrero de 1965 graba otro éxito: Sombras que batió todos los récords en ventas y le mereció una medalla por parte de su disquera, como reconocimiento por su gran calidad como cantante y excelente vendedor de discos.
El 12 de abril de 1966 fue internado en la Clínica Santelena en México D.F. debido a sus problemas con la vesícula, el día 13 fue operado satisfactoriamente, pero como tenía la costumbre de comer hielo y beber agua fría, pese a la prohibición médica sobre ello, luego de la intervención quirúrgica, se le produjo un infarto cardíaco, acarreándole la muerte el 19 de abril de 1966 a los 34 años de edad, cuando se encontraba en la cima de la gloria. Antes de su muerte dijo: “Que rieguen con mucha agua mi tumba, sé que me voy a morir, esto no tiene remedio”. El 20 de abril su cuerpo fue inhumado en el lote de actores del Panteón Jardín de la Ciudad de México.
Entre los boleros rancheros, la canción más conocida y aclamada es “Payaso”, mientras que en el género de las rancheras se destaca por “Renunciación”.
Cuenta hasta hoy en día con una gran número de fanáticos que lo quieren e incluso lo imitan. Entre ellos el colombiano Lucho García, el cual lo imita con tal fervor que lo llevó a componerle la canción titulada “El Inmortal”.
Las canciones interpretadas con esa prodigiosa voz de Javier Solís, hacen que los amores permanezcan vivos en cualquiera de sus etapas: el nacimiento del idilio, su trancurso y su fin.
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